Yo cabalgo por tus calles Madrid.
Ruido de silencio hacen mis latidos.
Aroma de nieve hay en tus caminos.
Mis andares arden como fuego.
Tengo un incendio en mi alegría.
Un estrecho camino para mis pasos.
Sigo cabalgando tus callecillas cortesanas y galantes,
Como los senos protuberantes
De las hijas de tus hijos.
El aroma de tus nieves
Atraviesa con lucidez por mi nostalgia.
Y tu nombre, como cuerpo en luz
Me arrulla hasta la simiente tristísimo de mis respiros.
Y me opaco como farola por la niebla de tus caminos.
Las cuales nunca pensé conocerlas.
Pero aquí me tienes parado frente al semáforo
Esperando que cambie de la luz roja al verde
Para cruzar y llegar hasta la estación del metro
Y dirigirme a no sé qué lugar en busca de nada.
Pero como te tengo cerca de mis ojos,
Camino hacia ti / para dejarte el aroma de mi peruanidad.
Mirando como son tus caminos artesanales,
Mirando como son las caderas de tus muchachas solitarias.
De cómo fuman estrellándose sobre su propia vida.
Acumulando muertes en sus labios…
Yo estuve en tu seno….
Amamantando la docilidad de tus calles.
Aunque fui gritado y vituperado / Sigo aquí
Porque comer y vivir necesitan mis hijos haya en el Perú
De mis ancestros.
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