domingo, enero 25, 2009

CARTAS DE ANTONIO RAIMONDI (II parte)



Primera carta: Casma,abril 14 de 1859.

Cuando Raimondi decide recorrer la costa norte del Perú, hasta la ciudad de Trujillo, lo hace entre los años de 1859 y 1860. En ese lapso de tiempo, escribe muchas cartas a diversos amigos y colegas de la universidad, entre ellos a Miguel Colunga.

Encontrándose Raimondi en el pueblo de Casma, dirige una carta a Juan Cruz Sánchez y a Miguel Colunga, fechado el 14 de abril de 1859. Era su primer viaje hacia el norte peruano. La carta señalaba entre otras cosas, lo duro que le fue el camino, entre el rio Barranca "y los despoblados de Pativilca a Huarmey y de Huarmey a Casma". además indicaba que, "llegué con carne y huesos a Casma, y que hasta ahora ni los ladrones ni tampocolos ríos me han cargado".Raimondi hace una clara referncia al rio de la provincia de Barranca, donde hoy se levanta el puente Bolivar; posiblemente, el puente más extenso de toda la costa norte del Perú.

Era Abril,los ríos todavía recibían las venidas de las aguas del interior de los valles. La corriente del niño todavía mantenía su presencia, con la furia que le caracteriza, probablemente, los ríos de Huarmey y Casma tenían abundante agua, que dificultó la travesía del sabio Raimondi, tal como lo indica en la carta.

En dicha carta, el sabio da muestras de su gusto desenfrenado por el café. Donde indica: "hasta aquí conocen mi vicio". dirigiéndose a dos señoritas que conoció en el pueblo de Pativilca.
La carta termina diciendo: "adios, adios no tengo más tiempo"


leyenda de la foto:
caserio de Huamba alta - Huarmey
tomado por Heber Ocaña Granados.

sábado, enero 17, 2009

CARTAS DE ANTONIO RAIMONDI - I parte



(El presente texto estará dividido en cuatro partes)

En Enero del 91, la Biblioteca Nacional del Perú en su serie epistolarios, publica las cartas de Antonio Raimondi y lo titula: "APRECIACIONES PERSONALES. CARTAS A MIGUEL COLUNGA".

Miguel Colunga fue médico, botánico y maestro, nacido en Lima en 1836.Ingresó a la facultad de medicina en 1856. Obtuvo el título de médico y el grado de doctor en medicina en 1861. En 1891, sucedió a Antonio Raimondi en la cátedra de historia natural médica, que ejerció hasta el año de su muerte, en 1914.

Del libro antes mencionado, extraeremos tres cartas que Raimondi dirigiese a Miguel Colunga.
Por esas cartas, podemos asegurar, que el sabio Raimondi, pasó muchas veces por el entonces pueblito de Huarmey, y de la impresion que tuvo al pasar por el pueblo, lo escribiría años más tarde, en su grandiosa obra "EL DEPARTAMENTO DE ANCASH Y SUS RIQUEZAS MINERALES", donde decía que: "la población de Huarmey por su situación aislada, no es de mucho tráfico; casi todo su comercio se hace por mar, siendo Huarmey una caleta habilitada por la que se exporta fruta, carbón y leña - El pueblo tiene un aire triste y sus casas dispuestas en unna sola calle son construidas de caña con un ligero enlucido de barro"
Antonio Raimondi realizó numerosos viajes por todo el Perú, con el fin de conocer su naturaleza y sus habitantes. Producto del cual escribió una inmensa obra que puso los cimientos de numerosas ramas de la ciencia peruana.
De Huarmey no solo escribe de su "aire triste y de su sola calle", también habla de sus prodigiosas tierras, que daban las más exquisitas frutas "tales como piñas, lucumas, tumbos, paltas, palillos, guayabas, chirimoyas, naranjas, limones etc" Hoy, entrando a un nuevo siglo, a un nuevo milenio, Huarmey, viene extendiendo su zona urbana, significando el cambio de uso de sus terrenos agrícolas en terrenos para viviendas. Todo éste cambio ha venido sucediendo desde cuando Huarmey, empezó a recibir a nuevos pobladores y ésto podría ser, desde los años 50 del siglo pasado. Cuando la oligarquia dominaba las haciendas, de las cuales muchas de ellas existieron en el valle de Huarmey.

De las frutas que Raimondi menciona en su obra antes mencionado, solo viene quedando pequeñas áreas para el cultivo de dicha frutas. por ejemplo la piña y el limón, poco o casi nada se puede cosechar en el Huarmey de hoy.
Por lo tanto, el documento que nos presenta la Biblioteca Nacional del Perú, en su serie epistolarios, consideramos que es muy interesante, puesto que ello nos dará más luces para ampliar el conocimiento de nuestro pasado y así, no olvidarnos que somos un pueblo con un pasado, un presente y un futuro. De todo esto tendrán que saber las generaciones que vendrán despues de nosotros. Y acercarnos a ellos, con éste manojo de hechos, estaremos cumpliendo el fin de nuestro cometido, para lo cual asistimos a éste mundo desde el momento de nuestra concepción. Hacer y dejar historia mientras se viva, porque de haberlo hecho, nuestra vida o mi vida, habría sido envano. Porque no en vano se vive. se vive para morir, pero no vivir envano.

(texto extraído del libro: "COMO UN OASIS EN MEDIO DEL DESIERTO (RAIMONDI EN HUARMEY)" - Heber Ocaña Granados - edición 2002.